Crónica de una Aventura de Pesca
Comprobamos que en El Salto se pescan Lobinas Trofeo
¿Por qué molestarse en comprobarlo? Los pescadores tenemos la tendencia a exagerar nuestras capturas, eso es algo que todos sabemos (se tenía que decir y se dijo). Y también sabemos que los operadores de las presas tienden a agregar un poco de «marketing» a sus propios puntos de pesca. Sus lemas siempre sugieren la captura de «lobinas monstruo» o «lobinas trofeo», insinuando que te esperan grandes y numerosas capturas. Con todo este marketing, es difícil discernir si realmente te encontrarás con lobinas grandes y en qué cantidad. Y permíteme aclarar que no estoy insinuando que los puntos de pesca solo se califiquen por el tamaño de las lobinas, sino también por otros factores como la frecuencia de pesca, la duración de las temporadas, la presencia de redes o lirios, el clima y diversas variables que incluyen el servicio y la infraestructura operativa de los lodges en la presa. En resumen, cada presa tiene su singularidad y su encanto.
Checa la publicidad en esta revista, con «un toque generoso de photoshop», donde parece que la lobina tiene la mitad del tamaño y peso del pescador, ¡como si pesara 50 kilos!. Decidí omitir el nombre del lodge para no quemar a nadie.
Ahora sí, vámonos pa'l Salto
Temprano en la mañana partimos de Mazatlán hacia la presa El Salto, tomando la carretera libre a Culiacán, y en hora y media ya estábamos allí. Llegamos al lodge de nuestro amigo Siguis, un experimentado pescador y empresario con más de 30 años de experiencia en la pesca de lobina. Como siempre, Siguis estaba allí a las 5:00 de la mañana, conversando con pescadores americanos y asegurándose de que todo fluyera sin contratiempos dentro del lodge.
Después de un rápido café, nos apresuramos hacia la presa. Allí nos esperaba Víctor, conocido por todos como el «Tarillo», uno de los mejores guías del Salto, aunque él insiste en que es el mejor. Subimos a la lancha y arrancamos con toda la actitud. Ni siquiera habíamos estado un minuto cuando el Tarillo detuvo la lancha en un pequeño recodo y comenzamos a lanzar. A los dos tiros, la primera picó. Era una lobina pequeña, con un brillo verde botella muy hermoso, que nos adelantaba el tipo de ejemplares que encontraríamos.
A medida que nos adentrábamos en la presa, nos dirigimos a un punto conocido como «El Gato», según las indicaciones del Tarillo. Mientras adelantábamos a otras lanchas, Tarillo bromeaba con los otros guías, gritándoles: «¡Tienes vista de pesca pornográfica! Solo sacas pura verga», mientras nosotros nos reíamos. Cuando llegamos allí, comenzamos a pescar lobinas grandes. ¿Eran lobinas trofeo? Sí, si consideras que las lobinas trofeo son aquellas que superan tu propio récord de peso o al menos se acercan a él.
¡Y se armó la Pesca!
Aquí está Camilo, mi hermano, capturando una lobina trofeo de casi 3 kilos (2.93 kg-6.46 lbs) , que peleó con todas sus fuerzas.
Aquí estoy yo, sacando una de 2.6 kilos (5.7 lbs).
Otra de 2.4 kilos (5.2 lbs).
Y una de 1.8 kilos (3.9 lbs), junto con otra que no pesamos.
¿Y qué tal la frecuencia?
Eso depende de tus habilidades. Nosotros, pescadores de nivel intermedio, sacamos entre 4 y 5 por sesión cada uno, cuatro de ellas de tamaño trofeo. Un grupo de pescadores americanos, más experimentados que nosotros, que conocimos en el lodge, lograron entre 7 y 8 por sesión, con un promedio de peso superior a 1.8 kilos.
Aquí esta William Amstrong, uno de los americanos, en plena captura de una lobina. Filmar estas capturas con drone es todo un desafío.
¿Y cuál fue la carnada ideal?
Probamos una amplia variedad de carnadas durante todo el día: superficiales, curricanes y todo tipo de señuelos plásticos con montajes Texas y free jig. Pero la carnada que más nos funcionó, y que podríamos considerar como el «secreto del éxito» (de hecho, Sigui la vende mucho en su lodge), fue el Magnum Superfluke Watermelon Red. Además, le agregamos un toque de esencia de ajo chartreuse a la cola. Así que, si visitas El Salto, asegúrate de llevarla contigo.
El tarillo mostrando la carnada y una lobina que sacamos con ella.
Guías, Lanchas y Lodge de Primera Categoría
El servicio fue impecable. El Tarillo, nuestro guía, era todo lo que podríamos esperar de un experto en la materia. Conoce la presa a la perfección, sabe dónde están los mejores puntos de pesca, qué carnada usar según la hora y el lugar. Y si a eso le sumamos su buen sentido del humor y sus historias cotorronas, lo convierten en un guía emblemático del Salto. Los demás guías del lodge, bajo el liderazgo de Sigui, también están muy bien preparados.
Las lanchas están equipadas con lo último en tecnología, como radar, troleador con GPS y control remoto, entre otros gadgets.
La hija de Siguis, Yamely, con su especialidad en gastronomía y servicio al cliente, le da un toque especial al lodge. Desde recibir a los pescadores al final de la primera sesión con unas margaritas bien heladas de limón, hasta encargarse de la comida. Nosotros disfrutamos de un ceviche y unos camarones a la diabla deliciosos.
Al caer la noche, emprendimos el regreso a Mazatlán y en hora y media ya estábamos en casa, bien servidos después de un full day trip de pesca. Por la calidad de la pesca de lobinas trofeo (confirmada), el liderazgo de Siguis y la cercanía a Mazatlán, podemos decir que la presa El Salto es un destino emblemático para la pesca de lobina en el país, una experiencia de clase mundial.
Promotor de la pesca en México, Co-fundador y director del área comercialización y apertura de puntos de pesca y especialista en marketing digital para turismo de aventura y pesca.
